El agua que nos rodea: Un baile invisible con un impacto real.

El pH, un valor que parece invisible, juega un papel fundamental en el agua que nos rodea, desde las piscinas que nos refrescan en verano hasta el agua potable que consumimos diariamente. Imagina dos piscinas, en la primera, el agua te recibe como una suave caricia, sin irritar tu piel ni ojos. En la segunda, experimentas una molesta picazón y enrojecimiento. La diferencia: un baile invisible llamado pH. En la primera piscina, el pH está en perfecto equilibrio, bailando entre 7,2 y 7,6. El cloro, como un buen guardián, cumple su función de eliminar bacterias, manteniendo el agua Leer más